domingo, 20 de agosto de 2023

FIESTA DE SANTA MARGARITA MARÍA ALACOQUE


Antes del nacimiento de santa Margarita María de Alacoque (1647-1690) hubo en la Iglesia muchas almas devotas del Sagrado Corazón, pero las maravillosas revelaciones dadas a esta gran santa fueron las que determinaron a la autoridad eclesiástica a promover y reglamentar el culto al Sagrado Corazón.

En 1639 Claudio Alacoque, notario real y juez ordinario de la señoría de Terreau, se casó con Filiberta Lamyn, hija de Francisco Lamyn, notario real de San Pedro el Viejo, cerca de Macón. Ocho años más tarde, el 22 de julio de 1647, nacía Margarita, quinto vástago de aquel matrimonio. Claudio vivía en la ciudad de Lauthecourt, en la actual diócesis de Autún. La casa está habitada hoy día por las Hermanas de San Francisco de Asís de Lyon y la habitación en que nació la Santa es la actual capilla.

La niña fue bautizada el 25 de julio con el nombre de Margarita. Fue padrino Antonio Alacoque, cura de Verosvres, primo hermano del padre de la niña; y madrina, Margarita de Saint-Amour, esposa de Claudio de Fautrieres, señor de Corcheval y diputado por la Nobleza en los estados de Charolais.

La madrina, que profesaba gran cariño a su ahijada, se la llevó al castillo de Corcheval, donde la tuvo tres años (1652-1655). El horror a todo pecado y una inconsciente inclinación a la pureza de alma se manifestaron muy pronto en Margarita, en forma tal que años más tarde escribió ella misma hablando de este período de su vida: «Sin saber cómo ni por qué, me sentía continuamente como obligada a repetir estas palabras: «Dios mío, os consagro mi pureza y os hago voto de perpetua castidad». Tenía ocho años cuando perdió a su padre. Su madre púsola entonces interna con las monjas Clarisas Urbanistas de Charolles.

domingo, 6 de agosto de 2023

LA MÁS COMPLETA PROFESIÓN DE LA RELIGIÓN CRISTIANA


"Esta verdad fundamental nos permite entender cómo el Corazón de Jesús es el corazón de una persona divina, es decir, del Verbo Encarnado, y que, por consiguiente, representa y pone ante los ojos todo el amor que El nos ha tenido y nos tiene aún. Y aquí está la razón de por qué el culto al Sagrado Corazón se considera, en la práctica, como la más completa profesión de la religión cristiana."

S.S. Pio XII, carta encíclica HAURIETIS AQUAS